TALLER: El CASI, CASI TRÁGICO DE
CASIMIRO.
NOMBRE: ____________________________________FECHA:_____________________
ACTIVIDAD.
1. Realiza una lectura mental (silenciosa) y luego
en voz alta. Escúchate con atención y fíjate en la puntuación y acentuación.
2. Piensa un momento en lo que leíste y presenta un
resumen ESCRITO sobre el “Casi, casi trágico de Casimiro”.
3. Lee un poema sobre Casi Miro, en el siguiente
enlace: http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-193548
COMPETENCIA INTERPRETATIVA.
1. En el texto hay palabras cuyo significado debes
conocer. Ordena alfabéticamente y busca en el diccionario las siguientes
palabras: cabalidad indiferencia persistir
terquedad aligerar cavernosa
bruscamente cómodo atolondrado.
2. Responde las preguntas sobre la lectura:
a. ¿Cómo era Casimiro?
b. ¿Qué le decía la madre a Casimiro sobre su forma
de ser?
c. ¿Qué le sucedió a Casimiro cuando iba camino a
la escuela?
d. ¿Qué dijo el profesor cuando supo lo que le
sucedió a Casimiro?
e. ¿Qué promesa hizo Casimiro?
COMPETENCIA
ARGUMENTATIVA.
1. ¿Crees que la actitud de Casimiro es correcta?
2. ¿Cómo se sentía la madre de Casimiro al darse
cuenta que Casimiro no quería demostrar actitud de cambio? ¿Por qué?
3. ¿Por qué Casimiro tuvo inconvenientes cuando iba
para la escuela?
4. ¿Qué valores olvidó vivenciar Casimiro?
5. Qué enseñanza te deja el poema –fábula: Don Casi
Miro?
COMPETENCIA PROPOSITIVA.
1. Elabora una mini cartelera sobre la autoestima y
la responsabilidad.
2. El joven de la historia se llama Casimiro; elige
otros nombres simpáticos para redactar otra historia parecida, en donde el
protagonista deba cambiar sus actitudes negativas y mejorar así su vida
personal.
3. Grafica la historia que acabas de crear.
AUTOEVALUACIÓN.
Expresa tus avances y dificultades en el desarrollo
de esta actividad.
AVANCES:
DIFICULTADES:
FUENTE: http://www.erepublik.com/hu/article/al-gran-pueblo-eargentino-humor-2336164/1/20
EL CASI, CASI
TRÁGICO DE CASIMIRO
Casimiro era un niño que hacía las cosas a medias.
Su más frecuente contestación era esta: casi.
Su mamá le vivía pidiendo que en vez de dar como
única respuesta casi, hiciera las cosas a cabalidad.
Pero Casimiro le respondía a su mamá con
indiferencia: casi, que me voy a corregir de eso que es casi un vicio, mamá.
-Eso no está bien, Casimiro, insistía su mamá
pacientemente. Las cosas que casi se hacen, se hacen a medias y cuando se hacen
a medias quedan mal hechas
-Puede ser cierto, replicaba Casimiro, pero es que
el casi es tan cómodo. Hoy, por ejemplo, casi hago la tarea. Casi, casi...
La madre de Casimiro se entristecía cada día más al
comprobar que su hijo persistía en el uso del odioso casi, pues sabía que tarde
o temprano a Casimiro habría de costarle caro su terquedad y desobediencia.
Al día siguiente, Casimiro se fue para la escuela.
En su camino pasó por una tienda y entró a comprar un chocolate. Lo tenía ya en
la mano cuando el tendero le preguntó:-¿Tiene los diez centavos?
-Casi, contestó Casimiro.
-Casi no me sirve, replicó el hombre y le arrebató
el chocolate con tanta violencia que el pobre Casimiro se fue de espaldas
golpeándose fuertemente contra el mostrador.
A Casimiro no le gustó lo que acababa de pasarle,
pero no pensó en corregirse.
Y siguiendo su camino hacia la escuela, empezó a
oír una voz que decía: “Casimiro, Casimiro, deja el casi; deja el casi,
Casimiro”.
Asustado, volvió a mirar hacia atrás, pero su miedo
fue mayor al comprobar que nadie caminaba detrás de él.
Casimiro empezó a ponerse nervioso y decidió
aligerar el paso para llegar pronto a la escuela.
Correr no le sirvió para nada, pues siempre detrás
de él una voz cavernosa le iba repitiendo: “Casimiro, Casimiro, deja el casi:
deja el casi, Casimiro”. Desesperado, resolvió detenerse bruscamente; pero lo
hizo con tal ímpetu que casi echa por tierra a un hombre mal encarado que iba
detrás de él.
Detúvose éste y agarrando al desventurado Casimiro
por el brazo, le dijo:
-¿No ves, idiota, por dónde andas?
-Perdóneme usted, señor, murmuró Casimiro, muy
acobardado, pues casi lo atropello.
-¿A eso llamas casi?, replicó el hombre enfurecido,
y le dio tal empujón contra la pared, que por poco lo desbarata. Todo
atolondrado y confuso, Casimiro se abalanzó a cruzar la calle. De pronto oyeron
gritos de angustia. Un automóvil había atropellado a Casimiro. El vehículo lo
rozó tan de cerca, que los libros que llevaba dieron volteretas en el aire. El
carro siguió a toda velocidad, mientras que el desobediente muchacho, pálido,
lloroso, y con las ropas a medio destrozar, quedaba tendido en el pavimento.
Un policía levantó a Casimiro y lo condujo a la
escuela.
-Ya me explico lo ocurrido, dijo el profesor. Aquí
todos sabemos que Casimiro es el alumno de los casis. Fue a cruzar la calle y,
de acuerdo con su costumbre, casi mira si podía pasar, pero no miró. Porque
para Casimiro todo se convierte en casi: casi cumplo con mis deberes, casi me
lavo la cara y hasta casi me llamo Casimiro.
Espero que esto le sirva para abandonar el casi lo
venía perjudicando muchísimo.
-Así lo haré, respondió humildemente Casimiro, y
ante mis compañeros prometo que nunca tendré necesidad de volver a usar el
casi, porque todas las cosas las haré completas y bien. Además le pediré perdón
a mi mamá, pues he faltado a la obediencia que a ella le debo.
-Estoy resuelto a que en mi vida no haya más casi
el que contiene mi nombre: Casimiro. Y esto solamente en atención a que así me
bautizaron, pues de otra manera preferiría que me llamaran Miro, únicamente.
(Sin autor conocido)
Hermosa lectura, con una gran enseñanza. Felicitaciones por el taller, muy bien diseñado y agradable para resolver.
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